Recibir la noticia que Ricardo no vendría a la aventura nos dejo sin saber que hacer.
Eramos tres y tres deberíamos seguir... todo está planificado, transporte de motos, billetes de avión, etc.
Una llamada telefónica y un almuerzo fueron suficientes para que Felipe dijera "voy"!!!!!
Bienvenido al equipo, ahora por delante la preparación de la moto.
Felipe y su hijo Mario ayudan en el proceso. Dos nuevos mecánicos!!!
Lo primero el basculante 6 centímetros más largo, luego el radiador y mañana entrará al taller de cerrajería para comenzar su verdadera transformación.
Felipe alucina con la moto y el viaje. En parte está preocupado. Su primer viaje y apenas conoce la moto. Por otro lado, nos ve con tanta seguridad que es capaz de seguirnos al fin del mundo....
El día nos tenía otra sorpresa reservada....
Al colocar el basculante más largo, el tirante del freno de tambor trasero no alcanza, hay que suplementarlo. Eso lo dejamos para el taller de cerrajería. Así que no le colocamos dicho tirante.
Una vez instalados los accesorios hay que salir a probarla. Eso me toca a mí.
Salgo convencido de lo que estaba haciendo. La moto acelera perfecta y la siento aplomada de la rueda delantera.
Primera curva... antes de entrar le "enseño" el freno trasero, no reduce, que pasa????, aprieto abajo del todo y sigue sin frenar... los metros avanzan y no para... El freno trasero NO EXISTE, me había olvidado. Freno delantero demasiado tarde, estoy dentro de la curva y la rueda delantera es muy pequeña, 10 pulgadas. No aguanto el derrape y al suelo.... Balance: Faro, intermitente, araña de indicadores y manillar roto.
Menuda prueba!!!!!
Felipe se fue con Inés y a mi me mata la verguenza!!!!
Cómo me olvidé que estaba sin frenos?????
Después de curar mis heridas, en media hora deje a la "Princesa" desmontada y un email al proveedor con los repuestos que necesito para dejarla como nueva.....
De cada experiencia se saca algo bueno... de ésta saqué que lo mejor para las heridas es el "vetadine"...
jeje
